El autismo, conocido clínicamente como Trastorno del Espectro Autista (TEA), se manifiesta de formas muy diferentes en cada persona. Por eso, se habla de un espectro que abarca distintos niveles o grados, según el nivel de apoyo que necesita la persona en su día a día. Comprender los grados de autismo es clave para identificar necesidades, adaptar intervenciones y acompañar mejor a cada individuo y su familia.
¿Qué significa hablar de grados de autismo?
Hablar de grados de autismo no implica clasificar a las personas por “más o menos autistas”, sino entender cuánto apoyo necesitan en diferentes áreas: comunicación social, comportamiento, flexibilidad cognitiva, entre otras.
Desde 2013, con la publicación del DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se dejó de hablar de subtipos como el síndrome de Asperger o el autismo clásico, y se pasó a englobar todo bajo el término Trastorno del Espectro Autista, clasificando los casos en tres niveles o grados de severidad.
¿Cuáles son los grados de autismo?
Grado 1: Autismo leve (requiere apoyo)
Las personas con TEA de grado 1 presentan dificultades para iniciar o mantener relaciones sociales, interpretar gestos, comprender las normas sociales o adaptarse a cambios. Su lenguaje suele estar desarrollado, aunque puede haber cierta rigidez en los intereses o formas de comunicarse.
- Tienen una autonomía bastante alta.
- Pueden llevar una vida independiente con apoyo puntual.
- Necesitan acompañamiento profesional para desarrollar habilidades sociales o manejar la ansiedad.
Este grado fue anteriormente asociado con el síndrome de Asperger.
Grado 2: Autismo moderado (requiere apoyo notable)
En este caso, las dificultades en la comunicación y el comportamiento son más evidentes. La persona puede tener un lenguaje limitado o usarlo de forma poco funcional, y presentar conductas repetitivas o resistencia intensa al cambio.
- Necesitan apoyo regular en el entorno escolar, laboral o social.
- Las interacciones sociales pueden ser muy limitadas si no se interviene.
- Es común que se muestren frustrados o tengan crisis ante situaciones nuevas.
Grado 3: Autismo severo (requiere apoyo muy significativo)
Este grado se asocia a personas con necesidades de apoyo intensivo. Suelen tener grandes dificultades para comunicarse, incluso de forma no verbal, y presentan comportamientos repetitivos o autoestimulaciones intensas.
- El entorno debe estar altamente adaptado a sus necesidades.
- El lenguaje puede estar ausente o ser muy limitado.
- Necesitan apoyo constante para las actividades básicas del día a día.
¿Cómo se diagnostican los grados de autismo?
El diagnóstico de los diferentes grados de autismo lo realiza un equipo profesional (psicólogos, neurólogos, psiquiatras o pediatras especializados) a través de pruebas estandarizadas, observación clínica y entrevistas con la familia o cuidadores.
Algunas de las herramientas más utilizadas son:
- ADOS-2 (Autism Diagnostic Observation Schedule)
- ADI-R (Autism Diagnostic Interview-Revised)
- Evaluaciones del lenguaje, habilidades cognitivas y adaptativas.
Cada persona con TEA es única. Por eso, en nuestra clínica no solo valoramos el grado, sino también los puntos fuertes y las áreas a potenciar.
¿Por qué es importante una evaluación temprana del autismo?
Detectar el autismo y su grado cuanto antes permite iniciar un plan de intervención individualizado que favorezca el desarrollo, la comunicación, la autonomía y el bienestar de la persona y su entorno.
En nuestra clínica ofrecemos evaluaciones especializadas para identificar el grado de autismo y diseñar un tratamiento adaptado a cada situación, siempre desde una mirada respetuosa y profesional.
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Soy Elisa García, experta en evaluación, diagnóstico y tratamiento del espectro autista. Acompaño a familias en cada paso del proceso, con un enfoque humano, científico y comprometido.
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