Doble Excepcionalidad: Altas Capacidades y TDAH

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La doble excepcionalidad es un concepto que reúne lo mejor de dos mundos… y también sus desafíos. Cuando hablamos de altas capacidades combinadas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), nos referimos a niños, adolescentes o adultos con un gran potencial intelectual que, al mismo tiempo, presentan dificultades significativas en la atención, la impulsividad o la autorregulación.

En este artículo te explico en qué consiste este perfil, cómo identificarlo y por qué una evaluación adecuada puede marcar una gran diferencia: Doble Excepcionalidad: Altas Capacidades y TDAH


¿Qué es la doble excepcionalidad?

La doble excepcionalidad se da cuando una misma persona presenta una alta capacidad intelectual junto con una dificultad del neurodesarrollo. En el caso de las altas capacidades y el TDAH, es frecuente que el talento intelectual quede invisibilizado por las dificultades de atención, o que estas se interpreten erróneamente como falta de interés o esfuerzo.

Este perfil es más común de lo que parece, pero también uno de los más infradiagnosticados.



Características del perfil con altas capacidades y TDAH

Las personas con doble excepcionalidad presentan un patrón complejo: tienen un gran potencial, pero a menudo no logran demostrarlo en entornos escolares o laborales debido a las dificultades asociadas al TDAH. Algunas señales frecuentes son:

  • Gran creatividad y pensamiento divergente.
  • Dificultad para mantener la atención en tareas que no les motivan.
  • Alta sensibilidad emocional.
  • Impulsividad verbal o motora.
  • Discrepancia entre su nivel intelectual y su rendimiento académico.
  • Alta frustración por no poder cumplir sus propias expectativas.

Estos niños y niñas suelen tener un estilo cognitivo muy rápido, pero les cuesta organizarse, priorizar tareas o regular su tiempo, lo que puede generar etiquetas injustas como “vago”, “despistado” o “inmaduro”.

¿Por qué se confunde o no se detecta altas capacidades y TDAH?

El diagnóstico de altas capacidades y TDAH puede ser difícil por varias razones:

  • El rendimiento académico puede ser irregular, alternando éxitos y fracasos.
  • Las altas capacidades pueden compensar parcialmente los síntomas del TDAH, haciendo que pasen desapercibidos.
  • Los síntomas del TDAH pueden llevar a pensar que no hay alta capacidad.
  • La falta de formación en el ámbito educativo puede generar interpretaciones erróneas del comportamiento.

Por eso, la detección requiere una evaluación psicológica exhaustiva, que contemple tanto los puntos fuertes como las dificultades.

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Evaluación e intervención en doble excepcionalidad

Una buena evaluación de doble excepcionalidad debe incluir:

  • Pruebas de inteligencia que exploren distintas áreas del funcionamiento cognitivo.
  • Cuestionarios y entrevistas clínicas con familia y profesorado.
  • Evaluación específica del TDAH (atención sostenida, impulsividad, funciones ejecutivas).
  • Observación del entorno escolar y familiar.

Desde mi experiencia como psicóloga, una intervención eficaz se basa en dos pilares: estimular el talento y acompañar las dificultades. Esto incluye estrategias para mejorar la planificación, la atención, la autorregulación emocional y también adaptaciones educativas que permitan desplegar todo el potencial intelectual.

¿Qué hacer si sospechas de doble excepcionalidad?

Si crees que tu hijo o hija podría tener altas capacidades y también presentar síntomas de TDAH, lo más recomendable es consultar con un/a profesional especializado/a en neurodesarrollo y altas capacidades.

Una intervención temprana no solo mejora el rendimiento académico, sino también el bienestar emocional, la autoestima y la calidad de vida.

Existen otras relaciones de Doble Excepcionalidad asociadas tanto al trastorno del espectro autista como a Asperger.

Altas capacidades y TDAH: una combinación compleja

El perfil de altas capacidades y TDAH es uno de los más desafiantes de identificar correctamente. A menudo, estas personas se mueven entre dos extremos:

  • Por un lado, poseen una gran capacidad para el razonamiento, el pensamiento abstracto, la creatividad o la resolución de problemas.
  • Por otro, luchan con la desorganización, la impulsividad, la dificultad para mantener la atención o para completar tareas rutinarias.

Esto genera un efecto paradójico: personas muy brillantes que rinden por debajo de su potencial, se frustran con facilidad o tienen problemas de adaptación en entornos estructurados como la escuela o el trabajo.

Tratamiento y acompañamiento para personas con altas capacidades y TDAH

Una vez realizado el diagnóstico, el abordaje debe ser individualizado y multidisciplinar. Algunas estrategias clave son:

  • Psicoterapia centrada en la autorregulación emocional, autoestima y habilidades sociales.
  • Entrenamiento en funciones ejecutivas: planificación, organización, manejo del tiempo.
  • Acompañamiento académico o profesional, adaptado a sus necesidades y talentos.
  • Asesoramiento familiar: para comprender el perfil y ofrecer el apoyo adecuado.
  • En algunos casos, tratamiento farmacológico para el TDAH, siempre bajo prescripción médica especializada.

Lo más importante es que la persona comprenda cómo funciona su mente, aprenda a gestionar sus dificultades y se sienta acompañada en el proceso.

Tu bienestar empieza con un primer paso. Agenda tu sesión.

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