En ocasiones, algunos niños y niñas con altas capacidades intelectuales pueden presentar, al mismo tiempo, dificultades de aprendizaje, como el TDAH, dislexia o trastornos del espectro autista. A esta combinación única se la conoce como doble excepcionalidad.
Son perfiles que suelen pasar desapercibidos, ya que su alto potencial puede camuflar las dificultades, o al contrario: los retos en su desarrollo pueden ocultar su talento. Detectar la doble excepcionalidad a tiempo es clave para ofrecer a estos niños y niñas el acompañamiento adecuado, evitando que su autoestima, motivación o rendimiento académico se vean afectados.
Características de los niños y niñas con doble excepcionalidad
Cada caso es distinto, pero algunos rasgos comunes que pueden hacerte sospechar de una doble excepcionalidad son:
- Tienen un pensamiento muy creativo o habilidades destacadas en áreas concretas.
- A pesar de su inteligencia, muestran desorganización, impulsividad o problemas para concentrarse.
- Pueden aburrirse en clase, sentirse incomprendidos o tener baja tolerancia a la frustración.
- Les cuesta gestionar sus emociones, relacionarse con otros o adaptarse a la rutina escolar.
Muchos de estos niños y niñas no encajan en el sistema educativo tradicional, lo que puede generar frustración tanto en ellos como en sus familias o docentes.
¿Cómo se evalúa la doble excepcionalidad?
La evaluación de la doble excepcionalidad requiere un enfoque especializado, integral y sensible a las particularidades de cada niño o niña. No se trata solo de aplicar un test, sino de comprender en profundidad su perfil cognitivo, emocional y conductual, para detectar tanto sus fortalezas como sus posibles dificultades.
En nuestra clínica psicológica, realizamos una evaluación multidimensional que incluye:
1. Entrevista clínica inicial con la familia
Comenzamos con una entrevista en profundidad para conocer el contexto del niño o niña: su desarrollo, historia educativa, comportamiento en casa y en la escuela, antecedentes familiares y cualquier preocupación que los padres o docentes hayan detectado. Esta fase nos permite orientar adecuadamente el proceso de evaluación y establecer una relación de confianza con la familia.
2. Evaluación cognitiva (inteligencia)
Aplicamos pruebas estandarizadas para medir la capacidad intelectual general, como la Escala WISC-V, ampliamente utilizada en población infantil y juvenil. Este tipo de pruebas nos permite identificar:
- Coeficiente intelectual general (CI)
- Fortalezas y debilidades en áreas específicas (memoria, razonamiento, comprensión verbal, velocidad de procesamiento, etc.)
- Indicadores de altas capacidades intelectuales
3. Evaluación de dificultades del desarrollo o del aprendizaje
Dependiendo del caso, se aplican pruebas específicas para detectar condiciones como:
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad)
- Dislexia u otras dificultades del lenguaje y la lectoescritura
- Trastornos del espectro autista (TEA)
- Trastornos de aprendizaje no verbal
Esta parte es clave para confirmar si existen trastornos que interfieren con el rendimiento académico o social, que pueden estar enmascarados por la alta capacidad intelectual.
4. Evaluación emocional y conductual
A través de cuestionarios, observación clínica y, en ocasiones, entrevistas complementarias con el niño/a, se exploran aspectos como:
- Autoestima y autoconcepto
- Ansiedad, frustración o estado de ánimo
- Habilidades sociales
- Regulación emocional
Muchos niños con doble excepcionalidad experimentan sentimientos de incomprensión, frustración o baja motivación, por lo que este aspecto es esencial para diseñar una intervención eficaz.
5. Recogida de información escolar
Siempre que sea posible, solicitamos la colaboración del centro educativo para conocer cómo se desenvuelve el niño/a en el aula, qué observaciones tiene el profesorado y cómo se están gestionando sus necesidades. Esto nos permite hacer recomendaciones concretas para la escuela y favorecer una intervención coordinada.
¿Sospechas que tu hijo o hija podría tener una doble excepcionalidad?
Si crees que tu hijo o hija es brillante pero a la vez tiene dificultades que no terminan de encajar con lo esperado para su edad, no estás solo/a. En nuestra clínica te ayudamos a comprender su perfil y darle el apoyo que necesita para desarrollarse con confianza, seguridad y motivación.
¿Quieres saber más sobre doble excepcionalidad y TEA? Aquí te lo contamos.
También te contamos como se relaciona la doble excepcionalidad y el TDAH aquí.